EN LA LUCHA COMPAÑEROS!

miércoles, 24 de septiembre de 2008

PROFESIONAL_ES


Como seres intelectuales, damos nuestros primeros pasos hacia la búsqueda del conocimiento cuando entramos a la escuela; allí, vamos descubriendo habilidades que nos reconocen y cualifican como “buenos “, “sobresalientes”, o “duros”, en una actividad específica que seguiremos desarrollando por los elogios que nos proporciona. Es así, como las cualidades nos motivan a encaminarnos por una carrera universitaria que las contenga; por esto, el que se destacó como dibujante en el colegio podría ser un buen arquitecto, el estudiante calculador seria un buen estadista o ingeniero, el llamado “revolucionario” de la escuela un buen político, el romántico escritor de poemas seria un buen redactor, el consejero un grandioso psicólogo, el conciliador un abogado; y a partir de este auto-reconocimiento de aptitudes para desempeñarnos en cierto ámbito, vamos marcando nuestro camino y forjando un rumbo para ser profesional en el campo que escojamos.


Pero el objetivo primordial en la vida intelectual no es precisamente fundamentar en nosotros miles y miles de dotes para promocionar nuestra profesión y adquirir prestigio, dinero o comodidades suficientes como gratificación por la prestación del servicio que ofrecemos. Realmente, la verdadera acreditación de nuestro trabajo radica en trabajar por la gente y para ella, tener un compromiso social que permita fomentar la calidad humana, priorizar los valores como estrategia fundamental en la buena ejecución del trabajo, garantizar a la sociedad una ética profesional que releve la especialización porque el “que no vive para servir no sirve para vivir” (teresa de Calcuta).


Es esto realmente lo que nos hace fuertes, lo que nos hace ricos, lo que nos hace profesionales, pero para nosotros es complicado implantar el verdadero valor en nuestros actos, en nuestra labor, en nuestra vida.

Hemos cultivado un pensamiento tan erróneo del objetivo de servir que no entendemos que este “es mucho más que dar con las manos algo que se tiene, es dar con el alma lo que, tal vez nunca nos fue concedido, servir es infundir fe, es en verdad dar más de lo que recibimos en la vida y de la vida, es abrir el corazón a todo ser humano que necesite algo que podemos brindar, es entregar una voz de aliento cuando la desesperación lastime a alguien, es distribuir afecto, bondad, entusiasmo, justicia, gratitud, confianza, cordialidad, apoyo moral, amor y así mismo apoyo material; servir Es ser como un árbol de sándalo que perfuma el hacha que lo hiere”. Uno vende lo que lleva en el alma, porque la vida no esta hecha de grandes sacrificios y deberes, sino de cosas pequeñas, en donde las sonrisas y las gentilezas, y las pequeñas obligaciones, realizadas y ofrecidas repetidamente, ganan y sostienen el corazón asegurando el bienestar.

Ser profesionales requiere de un pensamiento constructivo para el desarrollo de la sociedad porque profesionales podemos seres todos aquellos que tengan un cartón que así lo certifique, pero un verdadero profesional es quien reúne todos los valores a beneficio de la comunidad a quien se le atribuye la necesidad de especializarnos, porque como seres humanos necesitamos del otro y no debemos crear actitudes egoístas ni ambición para llegar al éxito, con humildad se obtiene lo que se anhela pero el anhelo no debe limitarse a sobrevivir con dinero, hay que vivir y hacerlo bien con sabiduría y valor para enriquecer nuestro espíritu y crecer como personas; el éxito no se improvisa este se construye y aquel que obre bien se encargara de ello y lo alcanzara.

Por tal motivo, concluyo y reafirmo que profesional es quien promueve ideas con principios morales priorizando las necesidades sociales y fortaleciendo sus valores para conseguir su anhelo.


1 comentario:

fito dijo...

Como en los escritos anteriores (publicados aqui o no, pero que e tenido el honor de leer), se nota una excelente redaccion(y no es por ser lambon) al comienzo algo serio parece un articulo de periodico ,luego empieza la magia del poeta que lo mantiene a uno pegado al texto, hasta el final.

PD: No es tan sencillo explicar con palabras lo que me susurra al oido, el corazon, cuando te tiene cerca.