EN LA LUCHA COMPAÑEROS!

viernes, 17 de julio de 2009

LO FOLCLORICO DE UN CONSUMISMO TRADICIONAL




Divagando por la red, tope con un sitio referente al folklore tema que es característico en mi tierra por las festividades de junio, en esta página me encontré con el significado de esta palabra tan conocida pero poco aplicada en su verdadero contexto.

FOLCLORE : Folclore como tal, significa ciencia de las tradiciones y costumbres de un país (Poemas, Leyendas son Rasgos que identifica el hecho como algo que viene del pasado. Es condición esencial el arraigo popular a través del tiempo. Es la herencia de nuestros antepasados. Observando este concepto me pregunto si la herencia de nuestros antepasados fue tomar licor hasta perder el control, esperar que “reinas” como son tildadas las mujeres que van arriba de las carrozas lancen dulces como la gran hazaña del desfile, criticar la belleza del territorio nacional o simplemente burlar los personajes que desde la plaza Simón Bolívar caminan hasta la 42 con 5ª. Este es el folklore que veo en mi tierra, gente tolimense o turistas que se pegan la rodadita aprovechando el desorden que genera esta época tan anhelada del año.

Sí bien, el folclore de Ibagué muestra parte de las costumbres de un territorio y sus artesanías, estas se dan a conocer más por el negocio que por el hecho de promover cultura, aquí en esta ciudad y me imagino que en todas las festividades del país todo tipo de celebración se genera pensando en la economía, promover turismo, incentivar la compra de licor, comida, etc... Canclini plantea en Culturas Híbridas la relación entre lo hegemónico y lo popular desde una lógica de la adaptación más que de la resistencia. El nuevo lugar de lo popular estaría más vinculado a la idea del consumo y la gratificación que a la de impugnación.

Así, podríamos interpretar que este fenómeno de consumismo se manifiesta notoriamente por la crisis del estado, ya que debido a esta hemos perdido nuestra identidad como Nación, como pueblo, como departamento, provocando que esos elementos se hayan re-asociado bajo una categoría unificadora: el consumo.

Quizás esta perdida de identidad no congestione la vida del ser humano como sí, la perdida del celular, o la de la cedula y esta duele no por la posibilidad de que usurpen nuestro nombre, sino por el uso que le den con la obtención de este documento; la identidad es definida según el diccionario de la Real Academia Española, como el Conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás, evidentemente en nuestra sociedad colombiana se pierde esa identidad desde el momento en que el tolimense quiere ser bogotano, los del interior quieren ser costeños, los paisas se creen argentinos y así nuestra supuesta cultura ya quiere trascender fronteras; que tristeza no saber el porqué de nuestro reconocimiento como ciudad musical, conocer que somos tildados como tal , desde 1886 cuando el Conde Gabriac, un viajero francés, al pasar por la ciudad observó que en las casas por la noche tocaban instrumentos musicales y la gente cantaba con facilidad y oído extraordinario .
Entonces cuál es esa cultura tolimense, nuestra cultura colombiana, sí solo unos pocos quieren promoverla y la promueven porque el tamal tolimense cuesta a los turistas $3.000, y la majestuosa lechona cuesta $5.000 el plato, así como en Boyacá la cultura de la ruana oscila entre $50.000 y $200.000. Es así como estamos midiendo la cultura de nuestro territorio, por uno cuantos pesos la cultura se ha convertido en el intercambio de dinero por unos productos característicos de la región, y así no se promueve la cultura , la cultura es conocer de donde venimos porqué el tamal es típico de aquí y porque la ruana de Boyacá, y el raspao de calí y la bandeja paisa de Medellín; de todas maneras en esta nación de gente pujante, de gente astuta es merito jugársela por unos pesos, lo lastimero es que no sepamos qué es eso de nuestra raíz que vendemos.

.